Grupo de Voluntarios de Lima 2019.
Grupo de Voluntarios de Lima 2019.
Foto
Lima 2019.

Share:

'La Asociación de Voluntarios Deportivos', la idea colombiana que se toma América

Es la primera organización de su clase en Colombia, apuntando llegar a Tokio 2020.

Por el pleno gusto de servir, muchas veces sin poder ir a una sola competencia o evento que les llame la atención y sometidos a largas jornadas de trabajo. Así es la vida del voluntario que día a día se esmera para hacer de Lima 2019 unos exitosos Juegos Panamericanos, que vienen de las cuatro puntas de América y muchos, aunque no lo crea, directamente de Colombia. 

Un hombre ya mayor, pero todavía con la chispa en sus ojos, recorre el Velódromo Panamericano de la Villa Deportiva Nacional (Videna) donde se cumplen las competencias del ciclismo de pista de los Juegos. Se siente orgulloso de estar allí, es tal vez uno de los voluntarios, no sólo extranjeros, sino de mayor edad sirviendo a la causa de la fiesta del deporte continental. 

Sin problemas se presenta: “mi nombre es  Luis Alfredo Romano y soy el presidente de la Asociación Colombiana de Voluntarios Deportivos, yo estoy aquí sirviendo como voluntario y vengo desde Cartagena, Colombia”, dijo a Zona Cero con la absoluta seguridad que ya le han dado 68 años vividos en el deporte, donde incluso, por un un año, fungió como presidente de la Federación Colombiana de Ciclismo. 

Romano es un hombre dicharachero que le cuesta no expresar sus ideas en voz alta y clara. Hace dos años tuvo una idea innovadora que hoy lo tiene en Lima y luego, quién sabe dónde lo pueda llevar, la bautizada por él mismo “Asociación Colombiana de Voluntarios Deportivos”.

“Modestia aparte, nace de mi persona. Yo me puse a pensar que pasado cada evento importante del ciclo olímpico los voluntarios que habían sido capacitados y entrenados desaparecen del mapa. Y llegaba tres o cuatro años después otro evento y así recoger nuevos voluntarios dejando de lado toda esa experiencia tan grande que se adquirió. Eso era un error. Me di a la tarea de visionar la creación de una organización que aglutinara los voluntarios no solo en Colombia, sino en América y el mundo”, expresó. 

Sin mucho más, se puso mano a la obra y tras llevar la idea a algunos directivos que le dieron el visto bueno, eso sí, sin meterle de lleno el hombro, Romano logró contactar a cinco decenas de personas para armar su experimento. 

Ya cuando acudí al Comité Olímpico Colombiano, les transmití la idea a su presidente. Me dijo: 'maravillosa, pero haganla ustedes, porque a nosotros no nos corresponde'. Entonces me di a la tarea de ir buscando, uno a uno, a cada persona que considerara de buenas aptitudes y que entendieran el tema. Logré reunir 50 personas, amigos de diferentes partes del país y cuando estuvimos listos hicimos una asamblea y creamos una organización sin ánimo de lucro”, recordó.

Con la creación de la organización, sólo quedó esperar por la apertura del próximo evento del ciclo olímpico, los Juegos Panamericanos de Lima 2019, el último gran paso antes de los mismos Olímpicos de Tokio 2020. 

“Ellos montan una página web y convocan a ver quién quiere. En alguna parte del formulario, cuando preguntaron por la experiencia, hablamos de la Asociación. Eso les llamó la atención aquí en Lima. Me contactaron y a mi me aceptaron de una, además me abrieron un cupo para 30 personas porque ya estaba por cerrar la convocatoria. Aspiraron unas 50 personas de las 600 que somos hoy en día, pero solo pudimos venir 25. Claro que aquí hay como 200 colombianos”, detalló a Zona Cero. 

La razón por la cual no todos los voluntarios asisten, a pesar de tener cupo, es porque cada uno debe pagar su traslado hasta Perú para ser parte de los juegos, además de su estadía. 

La organización de cada evento les proporciona uniformes, credencial, transporte por los medios oficiales y comida y refrigerios. Al final, un certificado de su participación. Eso sí, ni un peso ni un dólar ni un sol. Sin embargo, para ellos lo importante es la oportunidad de seguir aportando, desde su esquina, al ciclo olímpico.

“Cada uno lo tiene que hacer en forma particular. Eso es lo que nosotros estamos tratando de ver como se cambia. Y el Comité Olímpico Internacional tendrá que hacerlo, hasta los Juegos Suramericanos de 2010, pasaba el evento y ‘chao pescao’, todo se perdía. Los voluntarios nos hemos ido organizando, porque no podemos llegar a cualquier parte sin la medicina por ejemplo, el riesgo profesional, todas esas cosas que quedan muy a la deriva. Se trata de todos los que hayamos tenido una experiencia podamos ir a otra parte igual”, expresó.

Luis Alfredo Romano sigue en su labor, que no es muy diferente a la de los demás voluntarios. Con sus canas ganadas por la experiencia puede correr menos que los más jóvenes que se ofrecen a ayudar para el desarrollo de las justas. Pero al mismo tiempo se apresta para soñar en grande, para en un año viajar a Japón. 

“No solamente soñamos con eso, sino que la organización de Tokio 2020 nos de una participación especial con los voluntarios que tengamos ya afiliados. Que nos miren ya como organización. Es pionera en toda américa, visionaria, única. Ahora se está tratando de crear una red americana y Colombia va a ser epicentro del voluntariado deportivo en América”, cerró.

A pesar del frío que consume a Lima, con el invierno más húmedo y helado en 50 años, los voluntarios no paran en su labor. Son la fuerza callada del compromiso, las personas a las que todos recurren. Muchas veces no tienen idea de lo que les preguntan los despistados de las cuatro esquinas del mundo americano. 

Sin embargo, lo compensan con ganas. A veces, llevando de la mano a las personas a los sitios si es necesario. Bailando con un megáfono hasta las 12 de la noche cuando el último periodista se va del estadio. 

Un cúmulo de situaciones que se repiten una y otra vez cada que se dan cita unos grandes juegos. Una experiencia rica y que aspira a organizarse para llegar más lejos y que ahora gracias a un grupo de colombianos toma forma por primera vez en su historia. 

Más sobre este tema: